DIÁLOGO
Dialogar, es el único camino posible , no existe otra opción, si queremos seguir juntos, procurarnos una vida en paz, si requerimos futuro compartido, debemos dialogar , esta es condición válida absolutamente para todo : ante la pareja amada, cuando cuidamos la relación con los hijos, si deseamos edificar familia , dialogamos, para mantener una vida buena con los vecinos, en la comunidad indígena, entre los miembros del directorio de una empresa, con los compañeros de estudios, en el sindicato de obreros, en los altos cuerpos colegiados, o a nivel general de país. Dialogamos en todos los espacios en que interactuamos, sin este ejercicio no es posible edificar vida y sociedad de calidad, tampoco construir pareja, familia, amistad, comunidad, democracia y república.
El diálogo conjuga con exquisita finura, tres elementos: escuchar, silencios y hablar. La escucha es una manifestación activa, refinada, implica la entrega de la atención al otro, volverse pasivo, receptivo, impresionable, acción enormemente demandante, conlleva reconocimiento y respeto por el otro, permite la expresión de lo que habita en su interior. Escuchar al otro es una tarea necesaria, difícil, escasa, acción de apertura a una realidad de: Ideas, emociones, sentimientos, experiencias; que no me pertenecen, al abrirme, eventualmente puedo alimentarme, la escucha solo se produce en la calma, en el respeto; me silencio, cierro la boca y callo, surge la posibilidad de una mente silenciosa y dos oídos, entrego mi atención al otro.
En este momento tiene lugar la riposta, inicio
a hablar, el otro comienza a oír, expreso: ideas, anhelos, frustraciones, dolores, tristezas,
angustias, alegrías, expectativas, sueños, la luz y la sombra que habitan en mi
interior. No controlo la escucha del otro, solo poseo mando sobre lo que puedo
hacer sobre mí. Pretendo tener dominio de las ideas y lo que es dicho al hablar;
es también responsabilidad la forma como lo enuncio, allí también radica la
consideración por el otro, la prosodia manifiesta su importancia, si las formas
apeladas pretenden: Agredir, lastimar, degradar, vulnerar, aleccionar; el diálogo
se rompe, y todo termina. Es un gran
ejercicio ponerme en los zapatos del otro, respetarlo, considerarlo; la
violencia engendra violencia, el positivismo atrae positivismo. Todo lo que sale
de mi interior y le trasmito al otro, debo estar dispuesto a recibir en igual
proporción.
La confianza, es un intangible que
rodea al diálogo, es algo pulcro, diáfano, trasparente, sutil, su construcción
es lenta y sostenida, sin aquella es imposible dialogar, la ruptura de la
confianza se la consigue fácilmente cuando los movimientos de una de las partes,
lastima los constitutivos de la otra; levantar confianza es una tarea lenta que
demanda gran paciencia, empero su derrumbe, toma el tiempo vertiginoso de una
acción equivocada. La calidad de la escucha, de los silencios y
del hablar, construyen el diálogo. Todo este proceso es un ejercicio de madurez
muy alta, nos edifica como seres humanos, construye: pareja, familia,
comunidad, instituciones, democracia y república.
El diálogo, no es un proceso natural, es un
constructo cultural, debe ser aprendido, y practicado a partir de lo sencillo,
hasta alcanzar complejidades; vincula
hábitos, valores éticos y prácticas sociales, somos una sociedad del conflicto,
la alta incidencia de litigios y la saturación del aparato judicial , nos
refleja de cuerpo entero con diafanidad,
desde lo privado ha saltado a lo comunitario, lo social y de allí a lo nacional;
la confrontación recurrente y la imposibilidad de los acuerdos, es un hecho
cultural que evidencia la tragedia que como país vivimos, esta cualidad , se
encuentra inmersa en lo profundo de la historia de nuestros pueblos, no hemos
aprendido a dialogar, somos un pueblo voluble, gran cantidad de individuos o
colectivos , nos encontramos en un estadío en el cual acudimos a pretender dialogar o establecer relaciones con el otro, como un
acto de catarsis de oscuridades, casi a tomar venganza, como un movimiento
táctico en una guerra social de revancha , el horizonte de intereses es el del
círculo relacional más inmediato: Familia,
comunidad, grupo étnico, gremio, colectivo; nos hemos caracterizado por mantener una práctica
corporativa, que responde a intereses singulares, contrarios al interés
nacional, y desde los poderes fácticos , establecer chantajes y presiones al
estado, en procura de beneficios.
Los resultados de los ejercicios de aprendizaje
de diálogo, los esfuerzos que se han realizado para resolver conflictos
sociales, no son honrados en el tiempo, tampoco internalizados en la sociedad, posibilitando la edificación de una nueva forma relacional.
Esta práctica cultural, es generalizada en todos los niveles de la sociedad desde los
grupos sociales mas humildes hasta los grupos mas elaborados del poder político
y económico.
Los ecuatorianos, no sabemos el fino arte de
dialogar, aquello se expresa en la condición de la sociedad, en las
instituciones que nos organizan, en el cuidado de los valores de filiación que
nos unen como colectivo. Aprender a dialogar es una urgencia nacional.
Ventajosamente la vertiginosa dinámica
social y económica, el mercado, los procesos productivos, los procesos
educativos y de profesionalización, han ido lentamente revertiendo sostenidamente
esta tendencia en múltiples grupos de la sociedad.
En el tiempo de las vanidades y arrogancias, cuando llegan los huracanes y las tormentas, al hacerse presentes las confrontaciones, los incendios étnicos y sociales; el diálogo nos convoca, como una difícil y extraña, cualidad superior, que como sociedad no la poseemos en tradición, pero que en los momentos de mayor calidad nos ha acompañado; ya sea en los espacios íntimos de filiación, así como en los más amplios, colectivos, diversos y plurales, en la sociedad misma. El diálogo como un valor intrínseco de nuestra condición humana y de demócratas, el alto interés de la república, nos lo exige en madurez.
Juan Pablo Serrano Neira
Referencias
1.- https://historia-arte.com/obras/la-artista-esta-presente
2.- https://www.vogue.mx/agenda/cultura/articulos/la-historia-de-amor-de-marina-abramovic-y-ulay-y-su-reconciliacion-performance-art-moma-nueva-york-louisiana-museum-copenhague/7820
3.- https://pomeranz-collection.com/?q=node/39
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